Grandes escritoras universales (I)
El próximo 8 de marzo se celebrará, un año más, el día de la mujer trabajadora. Para conmemorarlo, recordaremos algunas figuras fundamentales de la literatura universal.
Virginia Woolf
Adeline Virginia Stephen, conocida con el nombre de Virginia Woolf, nació el 25 de enero de 1882-Lewes, en Sussex, Inglaterra, en el seno de una familia culta. Su padre era el novelista e historiador Leslie Stephen, y su madre Julia Prinsep Jackson fue modelo para los pintores prerrafaelitas como Edward Burne-Jones. Ambos habían estado casados con anterioridad y habían enviudado, por lo que la familia se componía de hijos de los tres matrimonios, cuatro de los primeros y los cuatro que tuvieron juntos.
Virginia se crió en el 22 de Hyde Park Gate, en Kensington, relacionándose con los amigos de su familia, como Thomas Hardy o Henry James. Virginia y su hermana Vanessa fueron educadas en casa.
Su madre murió de forma inesperada el 5 de mayo de 1895, y dos años después, su hermana Stella. Esto la sumió en sus primeras depresiones, lo cual se agravó con la muerte de su padre en 1905. Sin embargo, se ha especulado también que parte de sus crisis nerviosas tuvieron su origen en los abusos deshonestos que ella y su hermana Vanessa padecieron a manos de sus medio hermanos George y Gerald Duckworth.
Tras la muerte de su padre, Virginia, Vanessa y Adrian vendieron su hogar de infancia y compraron una casa en el número 46 de Gordon Square en Bloomsbury, que se convirtió en centro de reunión de antiguos compañeros universitarios de su hermano mayor, entre ellos: E. M. Forster, J. M. Keynes, Bertrand Russell y Ludwig Wittgenstein, y el que sería conocido como el grupo de Bloomsbury formado por Lytton Strachey, Clive Bell, Rupert Brooke, Saxon Sydney-Turner, Duncan Grant y Leonard Woolf. El grupo se instituyó como una reacción a la rígida moral victoriana que imperaba, y se consideraban herederos de las teorías esteticistas de Walter Pater.
En 1912, se casó con el escritor Leonard Woolf, ambos fundaron en 1917 la célebre editorial Hogarth Press, que editó la obra de la propia Virginia y la de Katherine Mansfield, T. S. Eliot o Sigmund Freud.
Woolf publicó su primera novela, Fin de viaje, en 1915, que ya mostraba una apuesta narrativa distinta y ambiciosa, en la que la acción pierde peso en pos de captar la captar la vida de la conciencia. El reconocimiento le llegó con la publicación de La señora Dalloway y Al faro. Y la experimentación alcanzó su cima en dos de sus obras maestras, Orlando (1928) y Las olas (1931). En 1922, Virginia había conocido a Vita Sackville-West, esposa de Harold Nicolson, con quien sostuvo una larga relación. Vita fue quien le inspiró el personaje de Orlando.
Virginia publicó algunos ensayos entre los que destaca, por la importancia social fundamental que tuvo y ha tenido, Una habitación propia. En esta obra desarrolló la evolución de su pensamiento feminista, y acuñó la famosa frase: «Una mujer debe tener dinero y una habitación propia si va a escribir ficción».
Tras acabar el manuscrito de la novela Entre actos, Woolf padeció una depresión que empeoró con estallido de la Segunda Guerra Mundial, la destrucción de su casa de Londres y la fría acogida que tuvo su biografía sobre su amigo Roger Fry.
El 28 de marzo de 1941, se puso su abrigo, llenó sus bolsillos con piedras y se lanzó al río Ouse cerca de su casa, su cuerpo fue encontrado el 18 de abril.
Virginia Woolf es la más grande novelista lírica en el idioma inglés.