BIOGRAFÍA
Ramiro de Maeztu y Whitney nació en Vitoria, Álava, el 4 de mayo de 1875. Era de padre vasco y madre inglesa, pasó parte de su juventud en París y en La Habana.
Se trasladó a Madrid en 1897. Allí inició su colaboración en periódicos y revistas: Germinal, El País, Vida Nueva, La España Moderna, El Socialista, entre otros, con una orientación socialista reformista. En esos años conoció a Azorín y Baroja entró a formar parte de lo que se denominó la Generación del 98, como ellos, sus críticas a España y sus propuestas de renovación europeísta, cambiaron al cabo de un tiempo en pos de sus ideas conservadoras.
En 1904 se hundieron los negocios de su familia en Cuba, y de 1905 a 1919 residió en Londres. Vivió quince años en Inglaterra donde trabajó como corresponsal para La Correspondencia de España, Nuevo Mundo y Heraldo de Madrid, y estuvo casado con una inglesa. Viajó por Francia y Alemania y estuvo como corresponsal de guerra en Italia en 1914. Este periodo representó su fase liberal y de admiración a las instituciones británicas, pero tras su regreso a España, en 1919, comenzó su desconfianza en la democracia liberal y fue virando hacia un tradicionalismo católico y durante la Dictadura de Primo de Rivera fue embajador en Argentina en 1928. Allí tuvo ocasión de tratar con Zacarías de Vizcarra, el introductor en 1926 de la idea de la «hispanidad» (que propuso como sustituto del espurio término raza), que Maeztu asumió como propio y después abanderó. Colaboró en el movimiento y la revista Acción Española, desde el número 28 de la revista, Maeztu figuró formalmente como su director, y lo fue hasta el último número. Los artículos que publicó en la revista fueron recopilados luego en su famoso libro Defensa de la Hispanidad 1934, la obra que lo hizo más conocido Terminó militando en Renovación Española, desde el que se significó por su oposición al régimen de la Segunda República, del que fue diputado en las Cortes por Guipúzcoa 1933-1935.
Al inicio de la Guerra Civil Española, fue detenido y encerrado en la madrileña cárcel de Ventas el 30 de julio de 1936. Murió fusilado en el cementerio de Aravaca el 29 de octubre de 1936.
Se dedicó básicamente al periodismo y al ensayo político.
Se trasladó a Madrid en 1897. Allí inició su colaboración en periódicos y revistas: Germinal, El País, Vida Nueva, La España Moderna, El Socialista, entre otros, con una orientación socialista reformista. En esos años conoció a Azorín y Baroja entró a formar parte de lo que se denominó la Generación del 98, como ellos, sus críticas a España y sus propuestas de renovación europeísta, cambiaron al cabo de un tiempo en pos de sus ideas conservadoras.
En 1904 se hundieron los negocios de su familia en Cuba, y de 1905 a 1919 residió en Londres. Vivió quince años en Inglaterra donde trabajó como corresponsal para La Correspondencia de España, Nuevo Mundo y Heraldo de Madrid, y estuvo casado con una inglesa. Viajó por Francia y Alemania y estuvo como corresponsal de guerra en Italia en 1914. Este periodo representó su fase liberal y de admiración a las instituciones británicas, pero tras su regreso a España, en 1919, comenzó su desconfianza en la democracia liberal y fue virando hacia un tradicionalismo católico y durante la Dictadura de Primo de Rivera fue embajador en Argentina en 1928. Allí tuvo ocasión de tratar con Zacarías de Vizcarra, el introductor en 1926 de la idea de la «hispanidad» (que propuso como sustituto del espurio término raza), que Maeztu asumió como propio y después abanderó. Colaboró en el movimiento y la revista Acción Española, desde el número 28 de la revista, Maeztu figuró formalmente como su director, y lo fue hasta el último número. Los artículos que publicó en la revista fueron recopilados luego en su famoso libro Defensa de la Hispanidad 1934, la obra que lo hizo más conocido Terminó militando en Renovación Española, desde el que se significó por su oposición al régimen de la Segunda República, del que fue diputado en las Cortes por Guipúzcoa 1933-1935.
Al inicio de la Guerra Civil Española, fue detenido y encerrado en la madrileña cárcel de Ventas el 30 de julio de 1936. Murió fusilado en el cementerio de Aravaca el 29 de octubre de 1936.
Se dedicó básicamente al periodismo y al ensayo político.
BIBLIOGRAFÍA
La crisis del humanismo (1918)
Don Juan, Don Quijote y la Celestina (1926)
Defensa de la Hispanidad (1934)
ENLACES
http://www.filosofia.org/ave/001/a217.htm
http://www.filosofia.org/hem/193/acc/index.htm