La novela gráfica
El término Novela gráfica resulta controvertido, ya que puede referirse tanto a un formato de publicación, como a un tipo moderno de historieta para adultos.
Como formato de publicación muchos lo consideran igual al llamado Álbum en cómic, un libro de un solo autor con una historia extensa escrita con recursos literarios, mostrados en viñetas. Estaría formado por las obras del cómic estadounidense (Charles Burns, Daniel Clowes, Gary Panter, Joe Sacco, Seth) francófono (Guy Delisle, Marjane Satrapi), español (Paco Roca, Luis Durán...), israelí (Rutu Modan) o japonés (Jiro Taniguchi), entre otros.
El término se ha usado en diferentes formatos desde principios del SXX, pero el término en sí, en a acepción más común actual, se empezó a aplicar a finales de los años 70. El cómic había quedado relacionado históricamente con las obras infantiles y juveniles, y en esa época se usó el término Novela gráfica para dotar de mayor prestigio a otro tipo de formatos como El contrato con Dios, de Will Eisner, que él mismo bautizó como la primera novela gráfica. Se trataba de editar un cómic que en los estantes de las librerías estuviera en el de novela y no en el infantil, de modo que los lectores literarios se abrieran al mundo del cómic para adultos, lo cual lograron ya que, en los noventa, Maus, de Art Spiegelman, en fue el primer cómic en recibir el Premio Pulitzer.
En la novela gráfica, al igual que en la novela escrita, hay todo tipo de géneros. En el caso de la novela gráfica se añade el género de los superhéroes de Marvel y DC.
Otro género clásico es el de la no ficción o novela histórica, en el que destaca la obra de Joe Sacco, que publicó en los 90: Palestina: en la franja de Gaza, una serie a medio camino entre el cómic underground y la crónica periodística, y también la obra de Guy Delisle, que realizó una serie de cómics-reportaje sobre sus viajes por Asia y Oriente Medio.
En el género autobiográfico destaca el enorme impacto que tuvo Persépolis, de la iraní Marjane Satrapi, o la obra de Alison Bechdel.
Se han realizado también buenísimas adaptaciones de obra clásicas de la literatura al cómic, destacan las versiones de El proceso y El castillo, de Franz Kafka, realizadas por David Zane Mairowitz y Chantal Montellier, o los biográficos: Los últimos días de Stefan Zweig, Gabo, memorias de una vida mágica o La huella de Lorca.
En cuanto a la novela gráfica española, la transición fue un momento fundamental para el cómic en España, el género ha dado obras maestras como Arrugas, de Paco Roca, o Blacksad, de Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido.